Que pueden tomar los pomerania para el dolor de huesos
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La osteoartritis es un problema común en los perros, sobre todo en los mayores y en las razas grandes. Aunque no hay cura para esta enfermedad progresiva, identificar el problema a tiempo e iniciar el tratamiento adecuado puede ayudar a mantener a su perro activo y mejorar su calidad de vida.
La osteoartritis, también conocida como enfermedad articular degenerativa (EAD), es una inflamación de la articulación que empeora progresivamente debido al deterioro del cartílago. En una articulación sana, el cartílago actúa como un amortiguador que permite que la articulación se mueva sin problemas en toda su amplitud de movimiento. En los casos de artrosis, este cojín cartilaginoso comienza a romperse debido a factores como la edad, las lesiones, el estrés repetitivo o las enfermedades. La pérdida de esta almohadilla protectora provoca dolor, inflamación, disminución de la amplitud de movimiento y la aparición de espolones óseos. Aunque cualquier articulación del cuerpo puede desarrollar osteoartritis, esta enfermedad afecta con más frecuencia a las extremidades y a la parte inferior de la columna vertebral.
Si su perro está predispuesto a desarrollar osteoartritis, es especialmente importante que se mantenga al día con las visitas regulares de bienestar a su veterinario. Éste puede ayudar a garantizar que su perro mantenga un peso saludable y un estilo de vida activo, y a menudo puede detectar los signos de artrosis a tiempo, antes de que el problema se agrave.
Masaje con perros que cojean
Resumen: Los pomerania, al igual que los perros de otras razas miniatura y toy, tienen una alta prevalencia de fracturas de radio y cúbito distal, es decir, de la parte inferior del antebrazo. No sólo se producen con más frecuencia en los pomerania que en los perros de mayor tamaño, sino que además suelen tardar mucho en curarse o incluso no lo hacen. Estas fracturas pueden producirse como resultado de un traumatismo relativamente menor y se ha descubierto que los huesos son relativamente más débiles, en relación con el tamaño del cuerpo, que en los perros más grandes. Estas fracturas causan un dolor agudo y severo y su dolor y malestar puede ser de días a meses de duración dependiendo de lo bien que se curen. No se sabe si la predisposición a estas fracturas es un subproducto inevitable de la selección por el tamaño pequeño o si la selección por huesos más fuertes (no criando perros que hayan tenido fracturas) podría tener éxito a la hora de abordar el problema. Por lo que sabemos, no hay esfuerzos coordinados para abordar el problema.
Todos los perros de raza toy, incluido el pomerania, son vulnerables a las fracturas del radio y el cúbito distales (extremo inferior) (Denny 1985, Muir 1997). Por lo general, este tipo de fracturas son el resultado de un traumatismo importante, como los accidentes de tráfico, pero en las razas toy pueden ser el resultado de un traumatismo menor (Waters et al 1993, Muir 1997, Rochat 2010). La causa más común parece ser el salto o la caída desde una altura, por ejemplo desde los brazos del propietario (Sumner-Smith 1974a, Harasen 2003a, Rochat 2010, McCartney et al 2010). Estas fracturas se producen debido, en relación con su peso corporal, a la menor resistencia mecánica del radio y el cúbito distal en las razas toy en comparación con otras razas. Esto se debe a las diferencias relacionadas con el tamaño en la estructura de la sección transversal de los huesos (Brianza et al 2006).
Enfermedad de Legg-Perthes
Como padre de una mascota cariñosa, ver a su perro con dolor puede ser difícil de manejar. Como quiere que su perro se sienta mejor lo antes posible, probablemente se pregunte: ¿qué medicamentos para el dolor puedo darle a mi perro? Pero no siempre es tan fácil como tomar una pastilla, como hacemos los humanos.
Hay muchos analgésicos excelentes para perros, pero si su perro tiene una enfermedad subyacente o está tomando otros medicamentos, darlos puede estar contraindicado. Por suerte, hay varias opciones excelentes que proporcionan alivio del dolor a los perros y que pueden administrarse en casa.
Es importante que si crees que tu perro tiene dolor, lo lleves a un examen clínico en tu veterinario local. Podría tratarse de una afección grave y, sin el tratamiento adecuado, el dolor de su perro podría prolongarse.
Los perros manifiestan el dolor y el malestar de diversas maneras, algunas de las cuales son muy sutiles y fáciles de pasar por alto. Dado que nuestros perros no pueden decirnos que les duele y ocultan muy bien su dolor, es importante ser padres de mascotas vigilantes y prestar atención a los signos y síntomas de que su perro tiene dolor.
¿Nuestro perro necesita ir al veterinario? Pomerania con dolor
Cuando a tu mejor amigo le duele algo, quieres ayudarle. Y aunque es fácil tomarse un Tylenol, masticar un Tums o dar una pastilla para la tos cuando uno no se siente bien, no es tan fácil saber cómo ayudar a un perro que necesita aliviar el dolor. Esto es lo que puedes hacer por un perro con dolor:
Algunas razas le harán saber que algo no va bien, mediante acciones como ladridos o pánico en general. Sin embargo, la mayoría de los perros se comportan de forma casi estoica, sin dejar traslucir su dolor. Pueden ser completamente incapaces de decirte que están angustiados. Por suerte, hay señales de que un perro no se siente bien. Los signos sutiles de un perro con dolor incluyen:
En última instancia, pida una cita para ver a su veterinario si observa alguno de estos signos de dolor en su perro. El veterinario puede determinar el problema subyacente que causa el malestar. A veces las lesiones son evidentes -una herida o un hueso roto, por ejemplo-, mientras que otras causas pueden no ser tan perceptibles. Los problemas típicos que hacen sufrir a los perros son:
Entre los medicamentos más comunes que su veterinario puede recomendar para el dolor de su mascota están los antiinflamatorios no esteroideos (o AINE), que ofrecen un alivio similar al de su propio Ibuprofeno o Aleve. PetMD sugiere que estos medicamentos pueden ayudar a reducir el dolor, la hinchazón, la rigidez y cualquier molestia articular que pueda sentir. Algunos AINE creados específicamente para perros son el carprofeno, el deracoxib, el firocoxib y el meloxicam. Sin embargo, muchos de los AINE aprobados para uso humano pueden ser tóxicos para su perro, por lo que no se limite a utilizar su medicación para el dolor: consulte primero a su veterinario. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) tiene una forma fácil de recordar los signos de los efectos secundarios preocupantes de los AINE con el acrónimo «BEST»: